Enfermedades coronárias

  En tu silencio hipnótico, construyo altas paredes blancas y las decoro con las efímeras mariposas que un día hicimos esclavas de nuestra merced y zozobra.
En esta habitación fría, observo como pasan a estado gaseoso aquellos vasos de hielo.

  En tu silencio hipnótico, diagnostico que mi defecto congénito fue amarte tanto y (pre)digo predico que a veces es necesario partirse en dos para volver a nacer.

2 comentaris:

Arann' ha dit...

És meravellós encara que només siga un parell de línies. No ho deixes mai, per favor.

Pau ha dit...

Estic d'acord amb Arann. Sempre espero veure algo teu.